Jaime Alonso Restrepo Carmona

Ph.D., M.Sc., Esp., Médico y Administrador de Empresas. Consultor.

Tecnología y Supervisión del Gasto Público: Innovación para la Transparencia Fiscal – Jaime Alonso Restrepo Carmona

La supervisión del gasto público enfrenta hoy desafíos profundos: corrupción, ineficiencia y baja transparencia. Estos problemas debilitan el funcionamiento del Estado y afectan directamente el bienestar de los ciudadanos. Frente a este panorama, las tecnologías emergentes ofrecen una vía clara para transformar cómo se fiscaliza el uso de los recursos públicos.

Durante los últimos años, hemos investigado cómo herramientas como el análisis de datos, la inteligencia artificial y la interoperabilidad pueden cambiar radicalmente la forma en que los gobiernos controlan el gasto. Nuestro estudio, publicado en la revista Information, demuestra que aplicar estas tecnologías no solo mejora la eficiencia, sino que fortalece la rendición de cuentas y promueve una cultura institucional basada en evidencia.

Los gobiernos generan diariamente cantidades masivas de información. Se estima que el mundo produce más de 2,5 quintillones de bytes de datos cada 24 horas. Sin embargo, tener datos no basta. Como dijo Clive Humby, “los datos son el nuevo petróleo”: su valor surge cuando se procesan y analizan para extraer conocimiento útil. En el sector público, esto significa identificar irregularidades, priorizar recursos y tomar decisiones informadas.

El presupuesto estatal es la herramienta principal de política pública. Refleja prioridades y compromisos de los gobiernos, por lo general en un marco anual. Usarlo bien es crucial. Una gestión eficiente del presupuesto permite mantener la estabilidad macroeconómica, controlar el gasto y reducir la pobreza. De hecho, un aumento de un punto en los índices de transparencia y eficiencia puede traducirse en una reducción de 0,6 puntos en los niveles de pobreza.

La digitalización del sector público, conocida como gobierno electrónico, ha avanzado hacia un modelo más inteligente. Ya no basta con ofrecer servicios por internet. Hoy, se trata de usar tecnologías como machine learning, blockchain y análisis predictivo para anticiparse a problemas, personalizar servicios y detectar riesgos en tiempo real. Esta evolución, sin embargo, encuentra obstáculos. Uno de los mayores es la dispersión de datos: múltiples formatos, fuentes y plataformas hacen difícil su integración y análisis.

En Colombia, la Contraloría General ha dado pasos importantes hacia una supervisión del gasto público más moderna. Desde su transformación institucional en la reforma constitucional de 1991 y con la incorporación del control concurrente en 2019, ha integrado nuevas tecnologías en sus procesos de auditoría. Un ejemplo destacado es la creación de la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (DIARI), que trabaja con grandes volúmenes de datos y aplica modelos de inteligencia artificial para mejorar la supervisión en tiempo real.

A finales de 2023, realizamos talleres de co-creación con funcionarios públicos, académicos y expertos del sector tecnológico. Estos espacios permitieron definir requisitos de usuario, analizar los procesos actuales y diseñar arquitecturas tecnológicas que respondieran a necesidades reales. A través de metodologías como innovación abierta y pensamiento de diseño, desarrollamos soluciones para capturar, procesar y visualizar datos de manera más eficiente.

El análisis DAFO realizado con los actores involucrados nos permitió entender las fortalezas y debilidades del sistema actual. Con base en esto, elaboramos una arquitectura robusta, enfocada en la interoperabilidad, el acceso a datos en tiempo real y la presentación clara de resultados para la toma de decisiones. Una de las prioridades fue simplificar el uso de estas herramientas para que cualquier funcionario o ciudadano pueda interpretar los datos y actuar en consecuencia.

La supervisión del gasto público, bien diseñada, no es solo una herramienta para detectar fraudes. Es una palanca para mejorar la gobernanza. La Sociedad 5.0 propone una visión donde la tecnología está al servicio del ser humano. Bajo este enfoque, los sistemas de control deben facilitar el acceso a la información, empoderar a los ciudadanos y fomentar una gestión pública más ética, efectiva y participativa.

Nuestros hallazgos muestran que adoptar un enfoque integral, que combine tecnología con procesos humanos, mejora significativamente la forma en que el Estado administra sus recursos. Las arquitecturas de datos, diseñadas de manera colaborativa, no solo resuelven problemas técnicos, sino que fortalecen la capacidad institucional y promueven la innovación dentro del sector público.

Transformar la supervisión del gasto público no es una tarea fácil. Implica rediseñar procesos, capacitar equipos, superar resistencias internas y apostar por una cultura basada en datos. Pero los beneficios son inmensos: mayor transparencia, mejor asignación de recursos, reducción de la corrupción y una administración más alineada con las necesidades de la ciudadanía.

Este es el verdadero potencial transformador de la tecnología en la gestión pública. No se trata solo de hacer las cosas de otra manera, sino de hacerlas mucho mejor.

Lee el informe completo aquí: https://www.mdpi.com/2078-2489/15/10/616